Herpes labial: por qué sale y cómo prevenirlo

Herpes labial: por qué sale y cómo prevenirlo
Redacción Welnia
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Welnia

may 10, 2021
Además de poco estéticos, los herpes labiales, conocidos coloquialmente como “calenturas" suelen ser bastante molestos. Su origen es un virus que se contagia con mucha facilidad. A continuación, todo lo que necesitas saber sobre el herpes labial

¿Qué es el herpes labial?

El herpes labial es una enfermedad contagiosa causada por el virus herpes simplex tipo 1 (HSV-1). La persona infectada, en general, presenta heridas dolorosas en los labios, pero la infección también puede afectar a las encías, la faringe, la lengua, el paladar, la parte interna de las mejillas y, en algunas ocasiones, el cuello y la cara. En general, un 80% de los casos de herpes labial son causados por el virus herpes simplex tipo 1.

¿Cómo se propaga?

El herpes labial se contagia fácilmente a través del líquido que contienen las ampollas del labio o de la saliva, incluso en personas que no tienen una infección activa en ese momento. Los principales factores que facilitan su propagación son:

•    Las partículas de saliva en el aire, por ejemplo al toser o estornudar.

•    Mediante la utilización de algún producto o utensilio que haya estado en contacto con el herpes de otra persona: toallas, vasos, cosméticos, productos de aseo, etc.

•    Al tener contacto personal o íntimo con una persona infectada.

Síntomas

Es bastante común que la infección por este virus sea asintomática o produzca manifestaciones leves que pasen desapercibidas. Algunas personas desarrollan úlceras en la boca en el momento de entrar en contacto con el virus, mientras que otras no presentan ningún signo.

Antes de la aparición de la llaga, las personas infectadas sienten una sensación de hormigueo, picor o quemazón en la zona. Otros síntomas podrían ser dolor de garganta y dificultades al tragar, fiebre y/o inflamación de los ganglios linfáticos locales.

Cuando el virus se manifiesta de forma externa lo hace en forma de ampolla, cubierta de un líquido claro, casi transparente, que puede volverse más amarillento.

Una vez que las ampollas se rompen, liberan el líquido y se forma una costra sobre la herida que queda. Esta herida suele curarse al cabo de los días y suele desaparecer por completo unas semanas después sin dejar cicatriz.

¿El virus se puede reactivar?

Una vez pasada la primera infección por herpes, el virus permanece en el interior del organismo en estado latente, hecho que permite la posibilidad de una reactivación cuando se dan las condiciones apropiadas para su desarrollo y, por tanto, la reaparición de las lesiones locales características.

Hay personas con una predisposición especial a presentarlo. Por otro lado, determinadas circunstancias pueden reactivar con mayor facilidad el virus, tales como situaciones de estrés, fiebre causada por una enfermedad infecciosa o la menstruación. Otro de los factores causantes de estas reactivaciones es la exposición prolongada al sol.

Prevención

Tal y como se ha mencionado anteriormente, el herpes labial está provocado por un virus que se encuentra en estado latente en el propio organismo por lo que la prevención no siempre es posible. Sin embargo, pueden adoptarse algunas medidas para minimizar los brotes y abreviar la duración de la erupción.

Reducir las situaciones de estrés para evitar reapariciones.

Lavarse frecuentemente las manos durante una exacerbación de la infección, ya que una higiene adecuada puede eliminar el riesgo de propagar la infección hacia otras áreas del cuerpo como, por ejemplo, los ojos.

- Aplicar protector solar en los labios y alrededores.

Para prevenir el contagio las recomendaciones son:

•    Evitar los besos mientras duren las lesiones.

•    No compartir los utensilios, tales como cubiertos, pajitas, vasos o platos ni artículos de aseo diario que hayan utilizado las personas infectadas. Lavar cuidadosamente todos los utensilios después de usarlos.

•    Se recomienda evitar que los labios se resequen, por lo que se aconseja el empleo de bálsamos labiales, además de llevar un estilo de vida saludable (dieta sana, descanso y ejercicio) que impida que las defensas disminuyan y deje al organismo más expuesto a las infecciones externas.

•    Lavarse las manos con frecuencia, especialmente después de tocar la zona en la que se localizan las lesiones herpéticas o tras aplicar los fármacos para su tratamiento.

El herpes labial, por lo general, desaparece sin tratamiento en el plazo de dos a cuatro semanas. Aún así, es conveniente acudir al médico en caso de que el herpes labial sea muy extenso, regrese con frecuencia o se presente acompañado de molestia en los ojos. 

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