Cuidado al volante: conoce los efectos de algunos medicamentos en la conducción

Todos somos conscientes de los efectos adversos del alcohol y las drogas en la capacidad de conducción y el peligro que implica para el conductor y para los demás. Sin embargo, la mayoría de los conductores no somos conscientes de los efectos de los fármacos sobre la conducción. Efectos que pueden resultar peligrosos a la hora de ponernos al volante, ya que disminuyen las capacidades o la destreza necesarias para conducir.

La normativa española exige que en los prospectos de los medicamentos figuren “los posibles efectos sobre la capacidad para conducir un vehículo”. Lo primero que debes hacer es buscar en el envase de los medicamentos si aparece el símbolo de advertencia. Este pictograma NO prohíbe la conducción, sino que ADVIERTE que es recomendable leer el prospecto, donde están descritos todos los efectos adversos. 

En el prospecto, busca el apartado “Conducción y uso de máquinas”, donde se indican las precauciones que se deben tomar en relación con los efectos adversos que puedan afectarte, y lee con atención. 

Algunos efectos de los medicamentos que pueden influir en la conducción son:

• Somnolencia y/o efecto sedante.
• Reducción de reflejos y aumento del tiempo de reacción.
• Alteración de la percepción de las distancias.
• Hiperactividad e hiperreactividad.
• Alteración de la capacidad visual o auditiva.
• Pérdida de coordinación motora, espasmos y otras alteraciones a nivel muscular o neuromuscular.
• Confusión, aturdimiento, alucinaciones o modificaciones del comportamiento.

¿Cuándo prestar especial atención? 

• Al comienzo del tratamiento o ante un cambio en la dosis. 
• Cuando se toman varios medicamentos a la vez: cuanto mayor sea el número de medicamentos que se consuman a la vez, mayor es la probabilidad de experimentar efectos adversos y/o interacciones. 
• Si estás cansado. 
• Si es usted una persona mayor. 

Consejos a tener en cuenta

• Sigue las instrucciones de administración del medicamento indicadas por el profesional sanitario. No dejes de tomar la medicación por tu cuenta y ante cualquier duda, consulta de nuevo. 
• Observa cómo afecta el medicamento a tu capacidad para conducir. ¿Sientes somnolencia, debilidad, visión borrosa? Si es así, no dejes de tomar tu medicación pero no conduzcas. 
• Según el tipo de medicación que estés tomando, evita conducir los primeros días del tratamiento o cuando te modifiquen la dosis. 
• NO CONSUMAS ALCOHOL si vas a coger el coche. Nunca se debe conducir tras tomar alcohol, pero es aún más peligroso si se están tomando medicamentos. Una mínima cantidad de alcohol puede influir negativamente sobre la capacidad de conducción. Por lo que a la hora de conducir, “alcohol cero”.
• Evita la automedicación.
• Si tienes que conducir de forma habitual, indícalo siempre para que el profesional sanitario pueda valorar la posibilidad de encontrar el medicamento que menos influya en tu capacidad para conducir.
• Todas estas recomendaciones son especialmente importantes si eres conductor profesional. 

No te la juegues, protégete a ti y a los demás.