¿Cómo se congelan las sobras de forma segura?

Después de las fiestas, cuando los festines son la estrella, nos encontramos con la pregunta inevitable: ¿qué hacemos con esas sobras irresistibles? La respuesta mágica: congelar tus tesoros culinarios. Pero claro, no se trata de un juego al azar. 

Este artículo está aquí para enseñarte cómo congelar tus sobras de manera fácil y segura, asegurándote el seguir disfrutándolos mucho después de las celebraciones.

¿Se puede congelar cualquier alimento?

En términos generales, muchos alimentos se llevan bien con la congelación, aunque la calidad puede dar algún que otro giro después de descongelar. Así que es recomendable echar un vistazo a las diferentes categorías de alimentos:

• Frutas y verduras. ¡Sí! La mayoría de las frutas y verduras son heroínas de la congelación. Eso sí, antes de congelar frutas y verduras no olvides lavarlas bien, cortarlas y darles un chapuzón rápido en agua hirviendo (blanquearlas) para que mantengan su calidad.

• Carnes. Tanto las carnes crudas como las cocidas son candidatas a la congelación. Pero ¡alerta! Algunos cortes más grasosos o fibrosos pueden cambiar su personalidad después de descongelar, volviéndose más granulosos o perdiendo parte de su jugosidad.

• Pescado y mariscos. ¡Sí se pueden congelar pescados y mariscos! Pero debes saber que la frescura en el momento de congelar es la clave para conservar su calidad.

• Productos horneados. Desde pan hasta pasteles, muchos productos horneados aguantan la congelación. Solo asegúrate de dejarlos enfriar completamente antes de congelarlos.

• Productos lácteos. La leche y el queso sí se pueden congelar, pero el yogur puede cambiar de textura.

• Huevos. No congeles huevos en su cáscara, ya que se agrietarían, pero puedes congelar claras y yemas por separado.

• Alimentos altos en agua. Algunos alimentos con mucha agua, como la lechuga, el pepino o la patata, pueden volverse acuosos después de descongelarse. La estructura celular cambia, así que tenlo en cuenta.

• Alimentos fritos o crujientes. Algunos platos fritos o crujientes pueden perder su encanto al congelarse.

• Salsas y caldos. ¡A la congelación también se apuntan las salsas y los caldos! Pero puede que necesites agitarlos después de descongelar para recuperar su consistencia.

• Alimentos previamente cocinados. ¡Sí, sí y sí! Guisos, legumbres, estofados; todos estos platos pueden marchar directos al congelador sin problemas.

¿Cuál es la forma correcta de congelar alimentos?

Ahora que sabemos qué puede y qué no puede congelarse, entremos en el arte de congelar correctamente. Esto es crucial, porque no todos los métodos son igual de efectivos. Aquí van algunas prácticas clave que garantizan una congelación óptima, maximizando la frescura y sabor de los alimentos almacenados:

1. Enfriamiento previo. Asegúrate de que tus delicias estén a temperatura ambiente o refrigeradas antes de lanzarlas al congelador. Evitarás cambios bruscos de temperatura que podrían afectar la calidad.


2. Porciones individuales. Divide tus manjares en porciones individuales antes de congelar. Esto facilita la gestión de porciones y la descongelación, según sea necesario.


3. Envases herméticos. Usa recipientes herméticos o bolsas de plástico para congelación. Así evitas que entre aire, previniendo la oxidación y pérdida de calidad.


4. Etiquetado claro. Etiqueta cada recipiente con el nombre del alimento y la fecha de congelación. ¡La organización es clave!


5. Eliminación del aire. Para que el alimento no quede reseco por la parte externa y así evitar lo que se conoce como quemaduras por congelación, expulsa todo el aire posible de las bolsas antes de sellarlas.


6. Congelador a temperatura óptima. Ajusta la temperatura del congelador a -18 grados Celsius o menos para mantener la frescura.


7. Cuidado con los alimentos líquidos. Deja espacio para expansión en envases con líquidos, ¡no queremos sorpresas al abrir el congelador!


8. Congelar a tiempo. No te demores, congela tus platos cocidos pronto. Cuanto más frescos estén al congelar, mejor será su calidad después de descongelar.

Descongela tus alimentos de forma segura

Descongelar alimentos de manera segura es crucial para mantener su calidad y garantizar la seguridad alimentaria. Nada de descongelar a temperatura ambiente, eso puede ser terreno fértil para el crecimiento bacteriano. 

Descongelar los alimentos en la nevera, la forma segura

El método más seguro es la descongelación en la nevera. Coloca tus alimentos en un recipiente a prueba de fugas y déjalos descongelar lentamente. Puede llevar varias horas o incluso un día, dependiendo del tamaño.

Si el tiempo apremia, sumerge tus alimentos en agua fría en un recipiente hermético. Cambia el agua cada 30 minutos para acelerar el proceso. Es más rápido que la nevera, pero el alimento debe consumirse de inmediato después de descongelar.

Para los que viven en el mundo de la prisa, el microondas es su aliado. Usa la función de descongelación y sigue las instrucciones del fabricante. No olvides girar o voltear los alimentos durante el proceso para una descongelación uniforme. 

Por último, si la urgencia apremia, cocina los alimentos directamente desde su estado congelado, especialmente si son pequeños o delgados. Solo ajusta los tiempos de cocción para compensar la congelación.

Así que ahí lo tienes, ¡la guía completa para congelar y descongelar como todo un profesional! Con estos trucos, tus sobras seguirán siendo una deliciosa opción para cualquier día mucho después de las festividades. ¡A disfrutar!